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Instrumentos Musicales ilustrados

CURATE UT VALEATIS!

Ana Padial

Ha llegado la hora de zarpar a otro puerto, como Odiseo anhelando llegar a Ítaca.

En esta profesión nuestra a menudo nos toca arribar a muchos destinos y volver a partir, pero nunca con las manos vacías. Como dice el poeta griego Konstantino Kavafis lo importante es disfrutar de cada etapa del camino hacia nuestra propia Ítaca, el acto de transitar por la vida para finalmente volver al origen, pues el viaje es mucho más delicioso que la llegada al destino final:

 

“ pide que tu camino sea largo,

rico en experiencias, en conocimiento”

…y yo añadiría “ en relaciones humanas”. 

 

Me llevo de este puerto lo mucho que hemos compartido. Continúo con nuestra labor, empezando una nueva etapa, un reto para mí: la incertidumbre del cambio el desafío de ser enseñante en mi pueblo, pues mi destino es mi origen.

 

Me llevo ( que no me dejo) buenas amistades que ya forman parte de mi vida, y no sólo de compañeras y compañeros sino también de alumnas y algún alumno, lo cual me resulta especialmente gratificante ya que a los profesores nos gusta pensar que hemos dejado una huella, por pequeña que sea, en aquellos a los que alguna vez intentamos enseñar algo.

 

Me llevo la satisfacción de haber podido defender las Humanidades contando siempre con inestimables apoyos en medio de una compleja realidad, si bien es cierto que unas veces con mejor fortuna que otras porque cuando menos te lo esperas has de enfrentarte “a Lestrigones y a Cíclopes y al fiero Poseidón”.

 

A todos los que habéis compartido alguno de estos nueve años conmigo (¡o los nueve!) me encantará veros en cualquier parte y comentar lo bien que nos van las cosas. 

 

Aquí os dejo el poema que me ha inspirado esta despedida, quizá uno de los más bellos que se hayan escrito jamás y que refleja una profunda sabiduría, mis alumnos saben cuánto me gusta.

 

Itaca

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

 

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

 

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

 

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

 

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

 

Poema de Konstantino Kavafis

 

 

Y…¿ya pensabais que os ibais a librar de la frase en latín?

 

BONA AUGURIA VOBIS DII DENT! 

CURATE UT VALEATIS!

¡Que los dioses os concedan buenos augurios!

¡ Procurad estar bien!

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